El proyecto propone una erradicación gradual de los plásticos de un solo uso. De esta forma, en un término de 2 años las bolsas de punto de pago, las bolsas para embalar periódicos, revistas, publicidad y facturas, así como las utilizadas en las lavanderías, los soportes plásticos de los copitos de algodón, entre otros productos, quedarán prohibidos. Así mismo, otros productos plásticos como platos, cubiertos, manteles plásticos, envases para contener comida, entre otros, quedarían prohibidos en un término de ocho años, plazo que pretende permitir a la industria migrar hacia alternativas sostenibles.

Adicionalmente, la iniciativa establece que el Gobierno Nacional deberá expedir en un plazo máximo de 12 meses una política para promover materiales sostenibles como alternativa sustituta al plástico. “El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible… reglamentará las características, requisitos y certificación de los productos que sustituirán los plásticos de un solo uso” precisa el articulado del proyecto.

Vale la pena resaltar que es una regulación que acoge las necesidades de la población que depende económicamente de esta actividad y, en consecuencia, incluye medidas de adaptación laboral y reconversión productiva.

Esto es un avance para la lucha ambiental en Colombia, es un triunfo sobre la contaminación plástica y una respuesta al compromiso que tenemos con las futuras generaciones de no comprometer su calidad de vida.