La discusión sobre la conveniencia de la segunda vuelta para la elección de alcalde mayor no es nueva; desde hace varios años la propuesta había circulado por diferentes escenarios académicos, políticos e institucionales. De hecho, esta reforma ha debido hacer su trámite en el Congreso hace muchos años, ello hubiera promovido acuerdos programáticos entre distintas corrientes políticas, lo que podría haber facilitado los consensos necesarios para sacar adelante temas tan álgidos para la ciudad como el Metro y la protección de la Reserva Van der Hammen. Bogotá, nuestra ciudad, la ciudad de todos, ofrece grandes oportunidades, pero del mismo modo vislumbra enormes retos de cara al futuro. Tener esa ciudad próspera, equitativa y sostenible con la que soñamos pasa necesariamente por acuerdos políticos más sólidos. La segunda vuelta para Bogotá está llamada a cambiar por completo la forma de hacer política en la ciudad, más acuerdos, consensos y diálogos, menos división. Hoy podemos decir con tranquilidad que le cumplimos a Bogotá.